martes, 29 de octubre de 2013

TUS HONDURAS


Me asomé a la balaustrada
de tus ojos inquisidores…
y me encandilé con tu figura
tersa y sedienta.
Prendí mis pupilas de mi asombro
y enorgullecí de rojo carmín
tus honduras
sobre la plata de tu horizonte
ardiente.
Y con la voz del eco espumoso,
que me devolvía el frescor de tu mirada,
planté mis manos
sobre tu espesura cubierta de mar,
sacudí mi rostro para besarte
y me estremecí de fulgor,
cuando me sorprendiste
con la suave caricia de tu mejilla
onduladamente vetusta y bella.
 
 

1 comentario:

Lola Fontecha dijo...

Mañana, serán mis ojos los que desnuden tu amanecer.

Mañana, los pies bailarán contigo el vals inventado para mi.

Mañana, el sol nos guiñará para robarnos una sonrisa.

Y el pasado, quedará apostado en el quicio del silencio, amándonos a la luz de la luna...