Equilibrio entre la vida y su vida:
el eje ha cambiado de posición.
Trastabillo por las escaleras de estos cuatro últimos meses,
la espalda en vela;
el equilibrio entre la vida y su vida
me desea.
Pero nada hay más desconcertante
que este cambio constante para cada átomo de mi ser,
nada más imposible de sujetar
y necesario de vivir sin amarras.
A sus anchas
la vida se expande, se explaya.
Se acalla lo cierto
de que mañana este pantalón me cabrá,
se extingue la coquetería
de ajustar la cinta fina de la chaqueta en la cintura
y pasa a ser la cintura misma,
ese mapa que extingue oscilantes ayeres,
la yema de mi hijo silencioso y voluptuoso
cimbreando en mi vientre,
sin razón de equilibrios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario