El acto tuvo lugar el el salón de actos de la Biblioteca Provincial y, además, se conmemoraba el tercer aniversario de nuestro grupo "Indocencias" y el centenario del nacimiento de Miguel Hernández.
Tras la presentación de rigor, fueron brotando, tras el atril esquinadamente dispuesto, los poemas de la antología para Secundaria y aquellos otros de nuestro poeta de Orihuela. Antes, no obstante, fue presentado por el pintor de Ubrique José A. Martel el logo de nuestro grupo. Como escribió el también indocente José Manuel Benítez Ariza (que no pudo asistir al permanecer enclaustrado en Madrid para escribir la tercera entrega de su trilogía): "A José Antonio Martel le bastan sus pueblos (su Ubrique natal, tan recóndito y secreto, pese a su aparente cosmopolitismo comercial; Benaocaz, donde vive; Grazalema, como compendio de luces y formas de la sierra, etc.) y su paisaje, con los que ha cerrado un pacto de mutua fidelidad artística y sentimental".
Pero ello no puede hacer sombra a la presentación de nuestra segunda antología, tan bien cuidada en su edición por parte de la editorial AE de Jerez, al frente de la cual se encuentra Salvador de la Barrera (que confeccionó un estupendo cartel y un marcapáginas) y tan magníficamente ilustrada por Miguel Parra, cuya rompeadora portada no permanecerá desapercibida.
Tras nuestro encuentro, nos fuimos a almorzar a la Peña de Los Cazadores, donde continuamos con la poesía y el arte comunicativo. "La comida fue un poema más en nuestro recital: comimos, bebimos, charlamos y proyectamos, que es lo nuestro." (Juan Rincón)
Ayer dimos otra gran paso en nuestra andadura. Pero tenemos que seguir luchando. Nos queda mucho por hacer y por luchar. Hemos de conseguir que la Delegación de Educación nos conceda al menos tres días para poder participar en las lecturas en los centros educativos de la provincia y que no nos cueste nada el colaborar en ellas.
Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.
Como el toro lo encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.
Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.
Finalmente, se puede ver a continuación un vídeo homenaje a Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento.